Only Lovers Left Alive
"Only Lovers Left Alive" tiene un sinfín de detalles que la hacen entrañable. Es pura poesía a través de su trama, sus personajes, sus imágenes y su música, y un homenaje y crítica a la historia de la humanidad.
La historia de amor entre Adam y Eve es centenaria y hermosa, a la par que triste por lo dispares que son sus personalidades. Eve, a pesar de su longevidad, vive cada momento como algo nuevo y fascinante, ama el mundo y todo lo que la rodea, especialmente a Adam. Su compañero, sin embargo, siente la amargura provocada por un planeta al que detesta y una sociedad que no hace más que decepcionarle a lo largo de décadas de errores. Esta diferencia de pensamiento se refleja también en su propia apariencia, siendo Eva de aspecto níveo, irradiando luz en cada plano, y Adam reflejando todo lo contrario, con su pose más bien de tipo oscuro y su estilo de estrella de rock.
Sin embargo, ambos comparten su amor por las artes, la música, la literatura y todo aquello dotado de creatividad. Contemplan su entorno como algo mágico y se relacionan con las personalidades más destacadas de cada momento histórico (maravilloso el momento en el que vemos infinidad de retratos en casa de Adam de gente como Oscar Wilde, Poe, Kafka, etc.; la conversación sobre Byron y Mary Shelley; el uso de los nombres de Stephen Dedalus y Daisey Buchanan en sus pasaportes; el repaso al destino de grandes científicos como Galileo, Copérnico, Tesla...).
Tom Hiddleston y Tilda Swinton hacen unos papeles maravillosos, adorables y con una química increíble. A ellos se suman Mia Wasikowska (a la que desde Stoker ya le he cogido aprecio), Anton Yelchin (con un papel un poco limitado, pero correcto) y John Hurt (al que siempre es un gusto ver).
9/10













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